martes, 4 de octubre de 2011

AUGUSTO SALAZAR BONDY: MEDIOS DE LA EDUCACIÓN

En 1971 Salazar Bondy observa a la pedagogía en el país con un carácter rudimentario y poco adelantada en las ciencias naturales, ciencias sociales e ingeniería y frente a estos males plantea cambios pedagógicos con nuevos métodos como aportes de la ciencia y tecnología modernas.
Planteaba que los métodos debían estar en concordancia con la nueva educación que debía ser crítica, creadora y de cooperación, para generar el cambio.
En contraposición a la didáctica tradicional planteaba una formación integral orientada hacia el trabajo. Propuso los siguientes medios como base de la nueva pedagogía: el juego, el diálogo y la obra colectiva.
En lo que concierne a la nueva concepción curricular, se identificó con la concepción de currículo integral planteada por Walter Peñaloza y en la cual se considera como componentes del currículo: los conocimientos, las actividades, la capacitación para el trabajo y la orientación del educando, lo cual fue asumido por la Reforma Educativa de los años 70.
Las características del currículo según Salazar Bondy son185:
  • La Flexibilidad
  • La Diversificación y
  • La Renovación
La pedagogía ajustada a las exigencias de la reforma debía expresar, a través de todos los medios educativos, la vigencia de los principios normativos de la criticidad, creatividad y cooperación.
Sostenía que debía revisarse los procedimientos didácticos de la clase magistral y la lectura receptiva (no crítica). El dictado de clases debe ser modificado sustantivamente haciéndose compatible a los requerimientos de la crítica, la creación y la cooperación. Lo mismo debía realizarse con los ejercicios, prácticas, pruebas de entrenamiento y toda forma de reiteración de acciones que tiendan a fijar un automatismo en el individuo.
Señaló que un examen atento de la experiencia educativa y sus varias modalidades y dimensiones podía revelar los procedimientos o formas del quehacer pedagógico que se adecúen al nuevo espíritu educativo o favorezcan la realización de uno u otro de los principios de la nueva educación.
Respecto al diálogo, al juego y a la actividad en equipo, expresó lo siguiente:
“El diálogo con la participación activa de los educandos y la función orientadora del maestro constituye la situación educativa por excelencia”186. A través del diálogo se examina un problema dado, se observa el desarrollo lógico de los requerimientos y se favorece la capacidad creadora del educando. Sostuvo que una educación realmente liberadora no podía existir si en la relación educando - educador no tiene vigencia el diálogo (“La Educación del Hombre Nuevo”. p. 118).
Sostuvo que el juego, empleado pedagógicamente en el aula y en todos los grados, era una necesidad de la nueva educación. Constituye una forma paradigmática de la educación reformada que posibilita el desarrollo espontáneo del educando y la concreción de sus iniciativas. En el juego están implícitas reglas y procedimientos que deben observarse en la vida cotidiana187.
En la actividad en equipo se potencian las virtudes cooperativas y el sentido de obras en común tan importante para una nueva formación humana. La minka pedagógica es la situación del trabajo cooperativo llevada a la práctica educativa o si se prefiere el desarrollo de las virtualidades del trabajo en grupo188.
Propuso la desescolarización de la educación como parte de una estrategia educativa que debía comprender:
a) La ubicación de un sin número de medios y procedimientos técnicos que existen fuera de la escuela.
b) La superación del monopolio del sistema escolar; y
c) El proceso comunitario de la educación como principio inspirador de una política social y cultural.
Sobre la tecnología sostenía que debía ser variada y debía aplicarse tomando en cuenta las diversas circunstancias regionales y locales.
Respecto a la evaluación educativa señala que tiene carácter integral y es una función permanente del profesor. Propuso la autoevaluación y la interevaluación; y la evaluación individual y grupal de los educandos.
Es necesario, decía Salazar Bondy, reconocer aquellos procedimientos o formas del quehacer educativo que se muestran adecuadas al nuevo enfoque educativo. Reconocer el amplio campo de acción que tiene acá la inventiva pedagógica.
Define a la tecnología pedagógica como el conjunto de métodos, técnicas, instrumentos y normas de acción que permiten orientar el proceso educativo y alcanzar objetivos. Muy poco se lograría, sostenía, sin el apoyo de una tecnología adecuada; es decir, sin métodos, procedimientos e instrumentos capaces de conducir el proceso educativo a la consecución de los objetivos perseguidos.
Se trata de utilizar una tecnología de amplio espectro, que satisfaga los requerimientos tanto de la instrucción como de la concientización y de la cultura personal. Se trata de una tecnología que debe ser apreciable de modo adecuado a las diversas circunstancias regionales y locales. Expresaba que la nueva manera de entender la tecnología educativa, en sentido crítico, con audacia e imaginación, es un imperativo en los países desarrollados en los cuales la escuela está fallando ante las exigencias del proceso de desarrollo de la sociedad y que no satisface o no puede contribuir a lograr el desenvolvimiento pleno de cada hombre. En los países subdesarrollados se requiere este aporte de la creatividad y la crítica, contrarios a la aplicación literal de las técnicas foráneas.
Sostenía que a la escuela no se le debía seguir dando el papel de la institución educativa poseedora de la exclusividad de la educación sino entendérsela como una institución más entre otras. Es necesario recoger los aportes de la tecnología para una correcta aplicación pedagógica, sin perder de vista el principio del respeto a la persona humana y el objetivo de la máxima realización de todo hombre y de todos los hombres. La educación debía poseer un espíritu abierto a todos los horizontes del desarrollo científico y tecnológico, pero orientado por nuestra propia intencionalidad.


185. SALAZAR BONDY, Augusto. “Los Medios de la Nueva Pedagogía”. Ibídem., pp. 7 - 8.
186. SALAZAR BONDY, Augusto. Ibídem., p. 4.
187. SALAZAR BONDY, Augusto. Ibídem.
188. SALAZAR BONDY, Augusto. Ibídem., pp. 4 - 5

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