sábado, 15 de octubre de 2011

PAULO FREIRE: APRECIACIÓN CRÍTICA

1. Para interpretar y valorar adecuadamente la propuesta de Freire hay que ubicarla dentro del marco geográfico, político y social en que surgió y se desarrolló, marco delimitado por la realidad latinoamericana de las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado, en las que emerge una inquietud y preocupación por la educación de las masas populares y particularmente por la educación de los analfabetos. Sus éxitos en Brasil y Chile, promovieron la acción de gobiernos preocupados por alfabetizar a su pueblo (Goulart en Brasil y Frei, en Chile).
Freire distinguió 3 tipos de sociedades “La sociedad cercada, la sociedad en transición y la sociedad abierta”102. Ubicó al Brasil en una sociedad en transición, en la que los grupos de poder, típicos elementos de una sociedad cerrada, coexistían con el germen de una sociedad democrática, representada por las clases populares
emergentes, con una progresiva conciencia crítica y luchando por su dignidad y conciencia social”103.
Su propuesta promovió una revolución cultural como el esfuerzo máximo de concientización, que es posible desarrollar a través del poder revolucionario, esfuerzo que exige un máximo de lucha y sacrificio a los que se comprometen con su empeño”104. No sólo aspiraba a enseñar a leer y a escribir sino que buscaba la formación de hombres “liberados del silencio, de la opresión, de la avidez de los opresores, del conformismo...; estaba convencido de que la democracia sólo podía llegar a través del espíritu crítico y de una actitud de lucha”105.
Rechazó categóricamente la invasión cultural, propiciando la creación de una síntesis cultural que contenga la experiencia crítica y creadora de aquellos a quienes se pretende educar.
2. La propuesta de Freire constituye una alternativa distinta a la educación tradicional, caracterizada por transmitir conocimientos y elementos culturales externos a las preocupaciones y necesidades del hombre, con el evidente propósito de reproducir hombres y mantener el Statu Quo. Planteó una propuesta más social, humana y participante; para él, educar no era “transmitir conocimientos y hechos estáticos, sino crear una situación pedagógica en la que el hombre se descubra a sí mismo y aprenda a tomar conciencia del mundo que lo rodea, a reflexionar sobre él, a descubrir las posibilidades de reestructurarlo y a actuar sobre él para modificarlo. Toma de conciencia, reflexión y acción que se convierten así  en  los elementos básicos, inseparables del proceso educativo”106.
3. Criticó lo negativo de un tipo de educación donde hay quienes educan y otros que son educados y que sólo cumplen el papel de receptores y de objetos de la educación. Planteó la necesidad de que sea el educando el actor principal de su educación y principalmente el pueblo, el hombre oprimido, el alienado, el cosificado, de modo que sea él mismo quien a través de un proceso de concientización, conociéndose y ubicándose en el mundo, logre su transformación a través de la praxis, reflexión y acción.
4. Postuló una función más comprometida del educador; un educador cuya misión debe ser la de despertar y desarrollar la conciencia crítica de los educandos, la de hacer posible el análisis problematizado del hombre y su mundo, un educador que problematiza no un educador que sólo transmite.
5. Rescató los valores de la humanidad: dialogicidad, comunicación, solidaridad, reflexión y acción para la transformación del hombre y del mundo.
6. Postuló un tipo de educación en el que no debería haber opresores ni oprimidos y que ninguna pedagogía, realmente liberadora, podía mantenerse distante del oprimido. Su pedagogía del oprimido es por tanto una alternativa contraria a la pedagogía del opresor y el resultado del esfuerzo comunitario de las clases populares. La educación, decía Freire, no puede estar al servicio de una élite que necesita de hombres minimizados y sin conciencia, de “cosas” más que de seres humanos.
7. Remeció los viejos moldes pedagógicos de la enseñanza - aprendizaje con una alternativa diferente de concebir y realizar la educación. El diálogo y la comunicación horizontal se convierten en los medios pedagógicos más importantes, la investigación participante fue uno de los métodos que cobró rol protagónico. La Tecnología educativa se desarrolla como una respuesta creadora, que se va haciendo gradualmente en pos de cumplir con su papel de medio. La educación se hace cada vez más integrante de la vida misma del hombre y de la sociedad, convirtiéndose en un proyecto político - social y educativo del que el hombre no puede desligarse.
8. Postuló el desarrolló de la educación popular como el intento de hacer una pedagogía de las clases populares en contra de una pedagogía de la burguesía. Una pedagogía con una concepción de educación nueva y con metodologías diferentes a las burguesas. Freire, al respecto, es el autor que más ha aportado a la búsqueda de una educación popular en América Latina.
9. Jesús Palacios señala que quizás la propuesta de Freire no se habría podido aplicar en cualquier lugar y “menos en países industrializados y con un aceptable nivel de desarrollo cultural”. Y que su escenario se limita a sociedades como la latinoamericana donde la preocupación educacional todavía está “centrada alrededor de los problemas del analfabetismo generalizado y la educación primaria”107.
10. Algunos teóricos critican la propuesta de Freire como ingenua, idealista y apolítica. Sostienen que se pretende darle una connotación “politicista”, queriendo demostrar que a partir de su pensamiento se puede generar el cambio social, prescindiendo de otros factores como el político, económico y social. Acotan que está concepción implica el mismo riesgo que la “pedagogista” que cree que el acto educativo es puramente pedagógico. Señalan que su propuesta educativa no se inserta con claridad dentro de un marco más amplio de análisis político y social, que partiendo de la caracterización de una sociedad en concreto postule la acción educativa como un medio eficaz para su plasmación.
11. Paciano Fermoso sostiene que las contribuciones de Freire a la teoría educativa no son excesivas, que su campaña de alfabetización en Latinoamérica tuvo en Colombia antecedentes por los años cincuenta con la organización de grupos similares a “los círculos de estudio” de Freire; que “las bases filosóficas y teológicas de su pensamiento están en la antropología existencialista (carácter dialógico del hombre, exaltación de la  libertad...), en la Teología Católica (igualdad de los hombres, dignidad del cristiano, modificación de la naturaleza por el trabajo) y que su “praxis” no tuvo una teoría educativa original y seria”108.
Todas estas críticas tienen o no validez desde la perspectiva que se utilice y desde la óptica y concepción del que juzga, pero lo que resulta incuestionable es que Freire remeció con su propuesta una concepción educativa y pedagogía que clama desde muchísimos años por una alternativa más acorde con las exigencias de las grandes mayorías populares, especialmente en países subdesarrollados y dependientes.

102. PALACIOS, Jesús. Ob. Cit., p. 521.
103. PALACIOS, Jesús. Ibídem.
104. PALACIOS, Jesús. Ibídem., p. 555.
105. PALACIOS, Jesús. Ibídem., p. 523.
106. PALACIOS, Jesús. Ibídem., p. 524.

107. PALACIOS, Jesús. Ibídem., p. 519.
108. FERMOSO, Paciano. Ob. Cit., pp. 337 - 338.

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